Segunda oportunidad para dar ayuda social
EMPRENDIMIENTO DE AYUDA FUE NOMINADO A PREMIO MUNDIAL.
Una idea que surgió a partir del dolor lumbar de una abogada de una multinacional es hoy un ejemplo que está dentro de las iniciativas nacionales nominadas a uno de los mayores premios de innovación social en América Latina, los Viva Schmidheiny.
Se trata de ‘Muebles para un país mejor’, iniciativa de Recupera tu silla, que arregla muebles en desuso de empresas para escuelas y hospitales de bajos recursos que tienen su infraestructura en malas condiciones.
María Angélica Sánchez, directora del emprendimiento, cuenta que la idea surgió por un incidente tras una molestia en su espalda. “Fui a recursos humanos y pedí que me cambiaran la silla. Me dijeron que fuera a la bodega y buscara y cuando la abrieron encontré como 300 sillas amontonadas, más escritorios, cajoneros, etc. Pregunté qué hacían con eso y no supieron responder en concreto”.
Así nace la idea, en la que hoy trabajan su papá, su mamá y su hermano. Una iniciativa que además de labor social, implica réditos para el entorno y por ello está dentro de las em- presas socialmente responsables en la categoría de impacto ambiental.
Gracias a ello, unas 4.200 personas han sido beneficiadas en el país por el arreglo o recuperación de muebles que muchas empresas han desechado.
Un grupo de aportantes ayuda con la financiación de arreglos para que queden casi nuevos y listos para un nuevo uso. Gran parte de quienes trabajan en la recuperación de muebles son víctimas del conflicto que han sido capacitadas en tapicería, pintura o metalmecánica.
Si bien la primera opción es recuperar los muebles y reducir el impacto al medio ambiente, en los casos en los que una empresa no quiere recuperarlos, el emprendimiento los recibe, restaura y les vuelve a dar una oportunidad.
“Existe un déficit de mo- biliario en el país en muchos lugares. Y hay 11.000 empresas solo en Bogotá que descartan y donan a diario muebles. Queremos convertirnos en un sistema sostenible y una solución al problema. Hay muchísimo por hacer”, agregó María Angélica.
La idea es replicar el modelo en otros países de América Latina, pues “es una necesidad que se repite en todas partes”.