Contacto físico
El contacto físico es una de las mejores formas de expresión. Cuando sobran las palabras o no se quieren pronunciar, una caricia, un beso, un abrazo o el toque de las manos nos tranquilizan.
El sexo se alimenta de las expresiones físicas más placenteras que se experimentan porque reúne caricias, besos, mordiscos, en fin; contacto al 100 por ciento. Sin embargo, no las dejemos solo para el sexo: un beso prolongado no debe llevar siempre a ello. Acariciarnos, abrazarnos y acercarnos para disfrutar la piel ajena da como resultado el vivir en armonía y felicidad.
El tacto es uno de los sentidos que, a mi parecer, se acerca más a la expresión verbal. Nuestra naturaleza nos ha permitido saber lo que significa un abrazo. Y los abrazos, déjenme decirles, no se dan de una sola forma. Los hay fuertes, sutiles, cortos, prolongados. Se dan de pie y acostados. De frente y de espalda, como la cucharita en el arrunche.
Y las caricias pueden recorrer todo el cuerpo, pero se pueden estacionar en una sola parte. En la cabeza, por ejemplo ¡Qué bueno es disfrutar un masaje en el cuero cabelludo! Y no se queda atrás el beso, el cual es íntimo. Se ofrece a quien se aprecia y lo llevan a la boca los enamorados. Aunque los besos también distan de fronteras y se pueden dar en la espalda o el cuello.
El contacto físico tampoco es propio de las manos.