Drama masculino
Las mujeres somos dramáticas y ese drama nos convierte en libretistas de historias de amor en las que la exageración, la duda y los miedos son el clímax de cualquier film. El dramatismo no es permanente, aunque parece ser parte de la descripción femenina, como un requisito para quienes tienen vagina.
Los hombres son dramáticos. Sin embargo, ellos no exponen con periodicidad sus emociones. Ellos quieren verse fuertes y varoniles, al sentirse protectores de sus parejas. Así enmascaran su drama.
El contexto social ha jugado un rol importante en hacer de ellos seres que no suelen tener pañuelo, lágrimas y una voz entrecortada para manifestar ideas, desacuerdos o reclamos. Por eso, el drama masculino es táctico e inteligente.
Ahora, para una mujer es excitante y generador de seguridad hallar un hombre sensible, que expone sus dudas, miedos y que dramatiza para ser tenido en cuenta. En sí, un hombre que honra a la sinceridad de sus emociones.
Las mujeres queremos hombres dramáticos, además, para darnos cuenta del papel que solemos desempeñar frente a ellos que son capaces de escucharnos cuando amplificamos todo.
Cabe mencionar, que la dramatización de emociones en hombres no es sinónimo de debilidad y en mujeres de sumisión. El drama emocional tampoco hace referencia a una caótica discusión en la que hay víctimas y victimarios.
@Sullycathe