Extradición de Merlano, en limbo
Colombia pedirá a A. Merlano, pero Guaidó no tiene poder.
Ante la decisión del Gobierno Nacional de solicitar al presidente de la Asamblea venezolana Juan Guaidó (considerado por más de 60 países como el mandatario interino de Venezuela), la extradición de la excongresista Aída Merlano, quien se hallaba prófuga en ese país, el proceso se llenó de incertidumbre.
El propio Guaidó respondió ayer a través de un comunicado de tres párrafos que “Los funcionarios venezolanos (que él no controla) están en la obligación de notificar oficialmente al Gobierno de la República de Colombia sobre la captura de la excongresista Aida Merlano", dice el comunicado.
Y agrega: "El Gobierno legítimo de Venezuela dará
“NO TRAMITAR PROCEDE UNA SOLICITUD DE EXTRADICIÓN CON NICOLÁS MADURO”.
Claudia Blum
CANCILLER COLOMBIANA
toda la colaboración posible en el actual contexto de secuestro institucional que atraviesa nuestro país para brindar al Gobierno hermano de Colombia el marco jurídico e institucional necesario para facilitar el retorno de la excongresista a su país”.
A pesar de que la Cancillería y el Ministerio de Justicia colombianos anunciaron que pedirán la extradición de Merlano a Guaidó, a quien Colombia reconoce como Presidente legítimo de Venezuela, lo cierto es que este no tiene ningún poder real sobre la situación de la prófuga política, condenada por corrupción electoral.
De hecho, analistas han señalado que la decisión del Gobierno de interlocutar con Guaidó podría entorpecer incluso una eventual deportación de Merlano.
La deportación, y no la extradición, es el único mecanismo jurídico que ha funcionado con relativa eficiencia entre los dos países en los últimos años, debido a la crisis de relaciones generadas por el régimen de Maduro.
En su comunicado, Guaidó le pide a la Interpol "su contribución y mayor colaboración posible para la ejecución efectiva de las medidas que sean solicitadas por el Gobierno de la República de Colombia".
Es decir, el propio Guaidó reconoce que la suerte de Merlano, detenida en Maracaibo por las Fuerzas de Acciones Especiales, creadas por Maduro, no está en sus manos.
El tema puede resultar en un lío diplomático que entorpezca la aplicación de justicia en este caso y deje en evidencia a Juan Guaidó, quien carece de poder real en su país.