Plataformas ayudan en la salud mental
El prolongado aislamiento, por virus, puede generar crisis.
La ausencia de personas, los pocos vehículos, un mayor silencio y un mejor aire, sin duda, han permitido que diferentes especies de animales sean vistos en zonas urbanas y rurales.
Hace pocos días, Juan Manuel de Roux registró con su cámara la comadreja colombiana (Mustela felipei) que se daba por extinta debido a que no se contaba con registros fotográficos desde hacía más de 30 años.
Esto, justamente, fue lo que lo llevó a liderar un equipo que derivó en ‘Naturalistas Urbanos desde Casa: Bioblitz en tiempos de cuarentena’, en donde aportaron cerca de 1.000 naturalistas que captaron imágenes de flora y fauna y las compartieron a través de la plataforma Naturalista.
Este aplicativo llegó a Colombia en el 2016 y desde entonces ha tenido una gran acogida. A la fecha, tiene más de 13 mil observadores y un total de 323 mil registros de especies.
Durante las recientes semanas de confinamiento obligatorio en el país, se registraron 7.970 observaciones de las cuales 3.326 (41,67%) ya fueron identificadas y 4.649 (58,33%) están a la espera de surtir el proceso de identificación respectiva. Hasta hoy, las especies registradas superan las 2000.
“El éxito de Naturalista lo atribuimos a que funciona de manera voluntaria como cualquier otra red social: te registras y obtienes un perfil, empiezas a subir fotos de especies que te resulten interesantes, se te atribuye el crédito y además, puedes contribuir a identificar especies que otros usuarios han cargado anteriormente. Lo más importante es que la información y los datos son de libre acceso. No pertenecen al Instituto Humboldt ni a ninguno de los socios de la plataforma” dijo Sindy Martínez, investigadora de la línea de Ciencias Sociales y Saberes de la Biodiversidad del Instituto Humboldt.
Por su parte, Carolina Soto, líder de la línea de Diálogo de Saberes y Ciencia Participativa, aseguró que “los curadores de Naturalista son personas con mucho conocimiento de la naturaleza y no necesariamente son científicos con formación tradicional sino personas que conocen mucho de biodiversidad sin necesidad de tener educación formal”.