Leidy, la pintora de sueños y esperanza
HISTORIA DE UNA MADRE EXCOMBATIENTE QUE LUCHA POR SUS HIJOS
Si una palabra define a Leidy, es ‘soñadora’. La repite constantemente en su relato y sobre esa idea construye su vida de madre excombatiente de las Farc-Ep, en proceso de reincorporación.
Sus sueños los plasma en pinturas, que tapizan su vivienda en Santander. “Mi don de la pintura se desarrolló en la guerra, como todo combatiente llevaba un lápiz y un cuaderno, comencé pintando rostros de los compañeros que ya no estaban, también plantas y flores hermosas, para conservar un recuerdo ante la falta de fotografías; empecé plasmando sentimientos”, dice la mujer.
Durante el camino de su vida en armas, enfrentó grandes dificultades, pero el reto más importante, fue el de tratar de cumplir con su rol de madre, en medio del constante temor por la vida. “En la clandestinidad, en el fondo del corazón se sufre mucho miedo porque en cualquier momento puede ser el último día que vea a sus hijos”, asegura.
Cada uno de sus hijos trajo una situación particular: “El primero lo tuve a lado mío y con la familia; en el segundo hijo, a los cuatro días de tenerlo me capturaron y quedó en manos del ICBF; y la tercera, mi hija nació en la zona veredal en medio del proceso de paz, aunque las condiciones fueron mejores, fue duro, porque me pudieron hacer la ecografía un día antes que naciera”.
A sus 32 años, Leidy dice que gracias al proceso de reincorporación está llena de ilusiones para su familia. Por eso, además de atender a los menores, y plasmar su arte en pintorescos cuadros, estudia ‘Tecnología en manejo de recursos ambientales’, patrocinada por una beca de Financiera Comultrasan en convenio con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
“Ha sido un reto acloparme al estudio, pero estoy tratando de dar la talla, voy en segundo semestre, ahora sigo las clases virtuales, esa es la base para el futuro de mi familia, y es la herramienta para serle útil a la sociedad”, reflexiona Leidy.
El aislamiento le trajo nuevos desafíos que afronta con optimismo. Hoy Leidy es una madre ‘moderna’, con miles de ocupaciones pero con sueños por cumplir.