Yadinys Amarís, mamá que lucha pensando en su familia
LA YUDOCA ES MADRE HACE DOS AÑOS DEL PEQUEÑO DYLAN DAVID.
Yadinys Amarís Rocha es sinónimo de lucha y garra, su presencia en las última dos olimpiadas le permitió madurar más y ahora, en Tokio 2020 –cita que se postergó para 2021 debido al covid-19– espera hacer presencia mucho más revitalizada, pues tiene un motivo para luchar por la presea olímpica, su hijo Dylan David.
El 30 de mayo de 2017 nació su retoño, fruto del amor con el también yudoca y entrenador Baudilio Hernández, son casi tres años de aprendizaje para ser mamá y mezclar sus responsabilidades con las prácticas tanto personales como de instructora.
Hace dos años, la deportista dijo que la adaptación a la práctica fue un poco difícil, ya que tenía que luchar contra una costumbre de no tener que entrenar, "el cuerpo se me estaba desadaptando debido a que tuve embarazo de alto riesgo y a los 6 meses de gestación me tocó dejar los entrenamientos".
Hoy, todo ha cambiado y el pequeño Dylan David le ayuda en sus rutinas. "La experiencia de ser mama y deportista es un poquito exigente, ya que hay que tener tiempo para mi hijo y el deporte, entonces me toca desarrollar otras facetas como saber distribuir el tiempo e incluirlo a él en mis rutinas de trabajo”, le dijo a esta redacción Amarís, quien es cesarense de nacimiento (Aguachica), pero santandereana de corazón.
En esta cuarentena, las actividades de entrenamiento externo se han visto pausadas, las rutinas se hacen en casa y el resto del tiempo lo tiene para compartir junto a su familia, a la que considera su principal motor para seguir en la competencia.
“Mis combates han tenido mucho más valor ahora que hoy mamá, han generado más esfuerzo, valoro más el tiempo, estoy muy agradecida con esta etapa tan hermosa, es algo muy significante que Dios me ha podido dar”.
Siendo hijo de dos yudocas, lo más lógico es que Dylan David practique este deporte, aunque eso es una incógnita aún. “Él hace yudo y le gusta, pero si le preguntamos dice que no quiere serlo, él hace movimientos y se lo goza, por ahora no lo hemos inclinado a otro deporte, pero le gusta la pelota, habla de fútbol, hemos notado que se le facilita hacer saltos con obstáculos”.