La celebración que se alargó en medio de una gran incertidumbre
La ilusión de la celebración, por el grado como microbióloga de Laura Laverde, terminó convirtiéndose en una pesadilla de la que quiere salir lo más pronto posible.
Ella está varada en Estambul, Turquía, con su mamá Vicky Arias, desde el pasado 13 de marzo.
Su plan original de 15 días de vacaciones, se prolongó más de lo planeado, lo que ha representado sobrecostos, angustias y, sobre todo, incertidumbre por un retorno que no se vislumbra aún debido a que no se planea un vuelo humanitario que, en todo caso, no podrían pagar pues se hablan de costos de 11 millones por puesto en ese vuelo.
“No teníamos planeada una estancia tan larga, se agotaron los recursos económicos. Si bien, el consulado nos dio dinero para ayudar con el hospedaje y la alimentación, no alcanzará si se extiende el cierre del aeropuerto en Bogotá”, lamentó Laura.
Para la joven de 20 años, su principal angustia está relacionada con la salud de su mamá. Si bien, gracias a la prevención, no se ha contagiado de covid-19, ella tiene un historial de enfermedad cardiovacular, hipetensión arterial, además de alergias.
“Ella ha empezado a sentirse mal, por lo que le gustaría acceder a un médico. Pero con contamos con seguro médico, ni dinero para pagar los costos de un servicio médico en una entidad”, dijo.
La incertidumbre es mayor pues, hasta ahora, no se ha hablado de un vuelo humanitario, pero de haberlo, sería impagable pues se habla de un precio de $11 millones por puesto y “si no hemos tenido dinero para nuestra manutención acá, mucho menos para pagar ese tiquete”, por ello Laura, mientras se hospeda con su mamá por Airbnb, siguen a la espera, como otras siete personas, de una noticia de su retorno.
“Esperamos un vuelo humanitario que valide los tiquetes de regreso que ya habíamos comprado, ya que no hay dinero adicional para pagar los tiquetes de vuelos humanitarios que están ofreciendo”, aseguró Laura..