Vergüenza latina

Aveces me da vergüenza ser latinoamericana. Esta semana, la derrota con Japón en el debut de la Selección Colombia en el Mundial de Rusia pasó a segundo plano, luego de unos videos que circularon por redes de compatriotas cometiendo actos reprochables.

No somos los únicos: un argentino humilló a una joven rusa haciéndole repetir vulgaridades, mientras que los hinchas mexicanos han insultado al portero alemán y hasta simularon fornicar con una bandera de su país.

No estoy inventando nada. Los desadaptados no solamente cometen la infamia, sino que también la graban y la publican en la web. Voto latino en Rusia: una vergüenza.

Pero más allá de los castigos sociales y hasta judiciales, y de la indignación visceral, pienso por qué llegamos hasta ahí. ¿Es un tema de educación, de sociedad continental? Parece que irrespetar al otro es motivo de burla generalizada en la región.

Tristemente, en Colombia se aplaude la astucia que raya en el irrespeto: aquí el más vivo es aquel que hace doble fila para girar en un semáforo o se pasa por debajo de las cuerdas que ordenan las filas en los bancos.

Qué tristeza. Somos fruto de sociedades desordenadas en las que ser ventajoso, tramposo y grosero es parte de la idiosincrasia.

Es una pena enorme lo que hemos visto. Esperemos que el fútbol en las canchas, logre borrar lo que otros han hecho con las patas por fuera de ellas.