Emociones electorales

Las últimas semanas, han sido para nuestro país una montaña rusa de emociones. Dentro y fuera de las redes sociales la manifestación de opiniones producto de todo el proceso electoral, ha sido contundente. Familiares, amigos, vecinos y desconocidos intercambiaron sus miradas de diversa forna con tal de hacer defender su posición y a su candidato favorito.

Leí en Facebook hilos interminables de por qué sí o no este o el otro candidato. Fui testigo de mensajes masivos a fin de hacer cambiar de opinión a quienes apoyaban al candidato contrario. Presencié entre personas cercanas, debates airados que muchas veces terminaron en conflicto por la diferencia de opiniones.

En lo personal, no estoy de acuerdo con toda esa carga emocional que se vivió porque más es lo que resta que lo que suma, pues solo vemos una parte de ellos como personas y como candidatos, lo demás es de su fuero interno, donde ninguno tenemos acceso.

Somos sólo espectadores de propuestas, perfiles y trayectorias que según si están alineados o no con el país de nuestros sueños, las apoyamos o rechazamos.

Solo el tiempo dirá si la elección fue la correcta. Solo el tiempo nos permitirá corroborar si se nos habló con sinceridad y que la esperanza de un país mejor es una esperanza compartida por la que se va a hacer lo necesario en tiempo y forma, para hacerla realidad y beneficiar a todas las personas.

Porque no solo la familia es el núcleo vital para una persona, lo es su país y las oportunidades de crecimiento que este le facilite.