Invento 3D para ciegos
NIÑOS INVIDENTES PODRÁN SABER LA DIMENSIÓN DE LOS OBJETOS.
● Aarón pasa sus dedos una y otra vez por una pequeña figura negra, de plástico, que reconoce como el monumento a la bandera de su ciudad natal, Rosario (Argentina).
Aarón es ciego de nacimiento, pero ahora puede imaginar el edificio más emblemático de su ciudad gracias a una impresora 3D.
“Es otra forma de aprender, nosotras siempre le explicamos el colectivo (el autobús), ellos se suben, se sientan en la primera fila pero no saben lo que hay atrás, ahora con la impresora, les hacemos un colectivo y van a saber la dimensión, fabuloso”, cuenta María Laura Caballero, profesora de la escuela especial 2081 de Rosario.
María Laura, Aarón, y el resto de maestras y alumnos de la escuela llevan dos semanas trabajando junto a un grupo de iberoamericanos que les enseñaron a utilizar una impresora 3D que quedará en la escuela así como a diseñar objetos como un útero, una luna, un pez o un dinosaurio. Se trata de uno de los diez proyectos que se desarrollan en el quinto laboratorio de innovación ciudadana, que organiza la Secretaría General Iberoamericana y el Gobierno de la provincia de Santa Fe.
“Antes traíamos la propuestas y como podíamos, mediante goma eva, cartón, cortando... pero no te quedaba como la realidad, en cambio ahora es tan real que es como decir que lo tienes de un plano en tus manos”, explica la maestra.
En ese sentido, la subdirectora de la escuela, Verónica Pintón, afirma que la experiencia con los chicos del laboratorio se ha con- vertido en algo maravilloso: “Vino un grupo de personas de otros países, muy creativo, con una gran calidez humana que nos han contagiado toda su alegría”.
“Ha sido un trabajo de pocos días pero de muchas horas, donde perdimos el miedo a manejar una impresora 3D y de crear nuestros propios materiales, nos brindaron una capacitación y ahora nos toca a nosotras producir los materiales para nuestros alumnos y para que se replique en otras escuelas”, asegura.
Pintón recuerda lo difícil que es la representación mental para una persona que “no ha visto nunca o que ha perdido la vista en algún momento” y celebra que con estos objetos se puedan plasmar y manipular así lo que se ve en una foto. Algo que se extrae cuando se observa a Aarón detenidamente, cuando juega con los dientes de un dinosaurio, o cuando palpa los cráteres de una luna o las escamas de un pez. “Acá está la escalinata, y la torre y esto es la bandera”, describe sin parar de darle vueltas a la maqueta del monumento rosarino que los chicos del proyecto quisieron llevarles como obsequio.