Otro puente

En medio de la indignación ante el gobierno y su Reforma Miserable, el país se enteró de que en la carretera de Curos a Málaga, el puente Hisgaura, con el mismo modelito del que fracasó en Chirajara, fue mostrado a través de un informe de fotografías de Invías como si se hubiera vuelto un acordeón. La obra contratada con Sacyr en 2014 por 81.500 millones fue adicionada hace un año por otros 23 mil más y aunque debía entregarse en agosto 2018, la interventoría dice que no fue recibida en las condiciones pactadas. Pero el puente tiene su historia. Cuando se vino abajo el puente en la carretera al Llano, el Fondo de Adaptación tuvo que expedir un comunicado explicitando que los diseños de Hisgaura fueron hechos por el consorcio DIS S.A – EDL.S.A. de los ingenieros Daza y Dávila y que el ingeniero Héctor Urrego, el que diseñó Chirajara, solo había participado como miembro del comité técnico de los diseñadores. Y cuando se supo hace unos meses que la obra fue adicionada en varios miles de millones, (hasta casi completar 100 mil), para que los constructores la acabaran, se recordó que Sacyr, la empresa española que lo ha construido, es la misma que echaron del país cuando el lío de la carretera Tobia-Puerto Salgar y que por arte de magia santista había regresado. Por supuesto, unas horas después de que se conocieron las fotografías comenzaron a entrar en contradicciones los españoles de Sacyr (que también construyen el Puente Pumarejo) y el Fondo de Adaptación, que contrató la obra.

Independiente de si el puente haya que tumbarlo o que comprueben que pese a haber quedado como un acordeón sean capaces de ponerlo al servicio, el olor a ineptitud se riega en el peor momento, con un gobierno vertiginosamente desprestigiado y un país indignado por tanta vagabundería acolitada.