Modric, nuevo rey del fútbol
Terminó con la hegemonía que ejercían Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
● ¿Qué probabilidades hay de que un niño criado durante la guerra acabe convirtiéndose en el mejor futbolista del planeta? Aparentemente pocas, y aunque Luka Modric nunca lo ha tenido fácil, ayer recibió en París el Balón de Oro, el culmen a una trabajada trayectoria.
Para los aficionados de todo el mundo ha sido imposible encender la televisión este 2018 y no ver en su pantalla al menudo ‘10’ del Real Madrid. Y es que Modric, de 33 años, ha sido omnipresente, rubricando una sensacional temporada en la que ha sido protagonista en las dos citas más importantes: la Champions League y el Mundial.
“2018 es el año de mis sueños (...) cuando eres niño siempre tienes sueños. Los míos eran jugar en un gran club y ganar grandes trofeos. El Balón de Oro era todo lo que podía soñar cuando era niño. Es un honor ganar este premio”, dijo emocionado el nuevo mejor jugador del mundo.
Vencedor del torneo continental por tercera vez consecutiva -cuarta en su carrera-, los 180 periodistas con derecho a voto en el Balón de Oro obviaron que no se alzó con el cetro orbital y valoraron más que el croata liderara a una selección que no era favorita al título.
Modric pone así el broche de oro a un año mágico también en lo individual: primer ganador del galardón de France Football en 10 años que no es Cristiano o Messi, fue también nombrado ‘The Best’ por la Fifa y mejor jugador de la cita en Rusia.
Infancia complicada
Entre 1991 y 1995 Modric sufrió la guerra en los Bal- canes mientras vivía en Zadar, a donde se había trasladado su familia desde Zaton Obrovacki cuando estalló el conflicto.
“Un millón de veces pasó que íbamos de camino al entrenamiento mientras caían los proyectiles y teníamos que correr a los refugios”, dijo su amigo de infancia Marijan Buljat, quien entrenaba con el ahora ‘Merengue’ en las inferiores del NK Zadar.
De ese equipo croata, lo fichó un grande, el Dinamo de Zagreb, que le cedió dos temporadas a los combinados bosnios Zrinjski Mostar e Inter Zapresic. De vuelta a la capital de su país Modric se asentó y ganó el cupo en su selección en el año 2006.
Fue vistiendo la camiseta ajedrezada donde el rubio se dio a conocer, hizo una gran Eurocopa 2008, donde estuvo entre los 11 mejores del torneo.
Tras esa actuación aterrizó en Londres para engrosar las filas del Tottenham y de allí dio el salto al Real Madrid, club que se hizo con sus servicios por 30 millones de euros.
Su calidad, liderazgo y carácter han alcanzado este 2018 su máxima expresión y le ha permitido superar al portugués Cristiano Ronaldo y a Antoine Griezman en la carrera a mejor jugador del mundo. Un final de película a una meritoria trayectoria.