Hacienda le dice adiós al deterioro
La Casona de Cañasgordas fue restaurada y se impulsarán visitas.
● Por años se ha criticado el abandono y deterioro de la Hacienda Cañasgordas, en el sur de Cali, uno de los lugares reconocidos como Monumento Nacional y en el que al fin se logró la restauración de su Casona. En este espacio, según recordó Nubia Gaona, directora ejecutiva de la Fundación Hacienda Cañasgordas, “se dio todo el movimiento independentista del 3 de julio de 1810, los caleños somos precursores de la Independencia”.
Sobre el piso de la antigua Casona caminó el prócer de la Independencia, Joaquín Cayzedo y Cuero, piso que en las labores de restauración se trató de conservar original, en su mayor parte.
“Se recuperaron los pisos originales hasta donde se pudo y se instalaron pisos nuevos, pero que se asemejan mucho a la técnica original y tradición”, contó el arquitecto Aníbal Rosero, interventor de la restauración.
Las labores se hicieron en tres etapas sucesivas desde el año 2010 hasta este y también se recuperó al máximo la madera de las puertas y las ventanas, y las barandas.
“En esas tres etapas sucesivas la intervención ha sido a nivel estructural. Ha sido muy importante para una consolidación de la cubierta del sistema constructivo de los corredores, de los pies derechos, la losa de entrepiso y, finalmente, los acabados”, agregó el arquitecto.
El valor histórico y arquitectónico ahora reposa en mejores condiciones, pero hay otro reto y es recuperar el trapiche, otra de las ‘joyas’ de la Hacienda, es un símbolo para la economía de la región desde antes de la época colonial.
“La Hacienda Cañasgordas fue un emporio industrial en la época de la colonia y desde antes, en espe-
cial en todo lo que tiene que ver con el azúcar, la panela, el aguardiente y las mieles”, explicó Gaona.
Gracias al trapiche se comenzaron a producir aquellos productos que hoy en día hacen un aporte significativo a la economía del departamento.
“Una vez tengamos el trapiche será grandioso
porque hay un legado arquitectónico bien interesante en éste”, aseguró, con emoción, Gaona.
Según la Gobernación del Valle, que también aportó a la restauración un total de $2.163 millones, el conjunto de la Hacienda Cañasgordas, con el trapiche, se entregará en su totalidad entre los meses de marzo y abril.
“Se hará la entrega formal por parte de la Gobernación del Valle del Cauca, la Alcaldía de Cali, el Ministerio de Cultura y la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter)”, anotó Consuelo Bravo, secretaria de Cultura del Valle.
Pero con la entrega total de la Hacienda no finalizan las acciones, pues ahora vendrán los esfuerzos para que ésta vuelva al corazón de los vallecaucanos, sea conocida por las nuevas generaciones y se posicione como atractivo turístico y cultural.
Un ‘gancho’ que se deberá aprovechar, en especial con los más jóvenes, es la importancia de la Hacienda para la literatura, ya que fue el escenario de la novela costumbrista ‘El Alférez Real’, del escritor vallecaucano José Eustaquio Palacios, y que da cuenta de las raíces de la cultura caleña y las tradiciones, muchas de ellas en vilo.
“Aquí se dio el contexto de la novela del Alférez, que definitivamente los colegios tienen que retomar y traer a los estudiantes, para que vivan la experiencia de lo que fue esa época de la Colonia y República, y conocer cómo tuvimos este concepto pluricultural que se generó aquí, al ser una Hacienda enorme”, sugirió la directora de la Fundación Hacienda Cañasgordas.