No se toca
Dice don Tulio Gómez que el escudo retro que acompañará la camiseta del América de Cali en el primer semestre de este año es un recuerdo de la primera insignia del equipo y una forma de reafirmar que “nació en la A y en la A va a estar siempre”.
Intento comprender las intenciones del dirigente, pero creo que una solitaria A no es reflejo de su historia y conquistas sino un recordatorio de que por cinco años América fue inquilino de la B y, tras su regreso, no ha conseguido estar cerca de alcanzar nuevamente la gloria.
Me uno al clamor de gran parte de la hinchada: el diablo no se toca. Esa silueta, con estrellas a la cabeza, es lo que identifica al equipo y la representación del elenco feroz y competitivo de antaño.
La sensación, al ver la presentación de los nuevos refuerzos escarlatas portando la camiseta con el polémico escudo retro, es que este América empieza de cero en el profesionalismo, como lo hiciera en 1948; que los títulos y el reconocimiento internacional han desaparecido. Lo importante, si la intención hubiese sido darle nuevos aires a la institución, sería un sólido proyecto deportivo y no un cambio de imagen. Y si el nuevo escudo fuese una suerte de amuleto para ganar la Liga (como en el 2008, cuando el diablo también estuvo ausente), haría falta trabajar más en lo deportivo.
En suma, hago eco de las palabras del humorista Carlos, ‘el Mono’, Sánchez: “Pedimos resultados y de eso estamos como el escudo, sin creatividad. Triste está el diablo que se bajó con todo y estrellas”.