Las heridas de Granada
Un pueblo del oriente antioqueño, Granada, fue el epicentro de un cruento período de las guerras del país. Allá se dieron cita Farc y Eln. Los ‘paras’ y el Ejército y la Policía. Primero unos, después los otros y en muchos momentos todos en conjunto. Allá usaron los retenes para bajar de los buses escalera a los que creían traidores o ayudantes del bando contrario. Allá hubo fusilamientos. Dejaron los muertos tirados a la vera del camino o medio enterrados para que nadie los sepultara. Se dieron por miles los desplazados y las viudas y huérfanos. Por sus breñas rodaron campesinos que tenían obligación de abrirles la puerta o sacrificar las gallinas para darles de comer a los armados y por hacerlo, fueron condenados a huir o a morir. Estallaron carros bomba y como Granada era pequeño y lo sigue siendo, el estruendo les desbarató la estructura ósea y los hizo salir en estampida. Aunque es la misma historia de muchos pueblos, se nos está olvidando.
Para que no suceda, un granadino sobreviviente, que habita esas calles que un día los estallidos casi desaparecen, escribió un libro impactante y atronador: ‘Desde el salón del nunca más’. No hay novela ni narraciones ordenadas. Están acumuladas a modo de crónicas las transcripciones que con devoción patriótica Hugo de Jesús Tamayo Gómez hizo de relatos sobrevivientes y que el domingo presenta a las 5:30 pm en la Feria del Libro de Cali, salón Cali Lee. Aplaudirlo y acompañarlo es un deber con ese sufrido pueblo paisa.