Holanda da ejemplo de agricultura urbana
VACAS SOSTENIBLES FLOTAN EN EL MAYOR PUERTO DE EUROPA.
Una veintena de ganaderos holandeses mima cada detalle de la comida e higiene de las 35 vacas embarcadas en la primera granja flotante del mundo, que apuesta por la producción sostenible de leche en Rotterdam, aprovechando el espacio acuático, que representa el 70 % del planeta.
Cada una de las vacas tiene una foto de carné en la que posa mirando a cámara, sabiéndose parte de un proyecto único: Jacoba I (6992), María (7213), Rebekoe (7230), Diva (7081), Edgar (7219) o Annabel (7155).
Las clave de este proyecto son el bienestar (del animal), la circularidad, la sostenibilidad y la innovación, todas tareas concentradas en una granja que produce alimentos saludables y dentro de la ciudad, recuerda Peter Van Wingerden, desarrollador de la Floating Farm (granja flotante, en inglés). No faltan razones para recurrir a la construcción en el agua: la escasez de tierra, el cambio climático, el rápido crecimiento de la población concentrada en las grandes ciudades y las largas distancias entre la producción y los consumidores, lo que conduce a un mayor uso del transporte y por ende a una mayor contaminación.
La idea nació en 2012, cuando Van Wingerden se encontraba en Nueva York y se dio cuenta de la fuerza que tuvo un huracán como Sandy para arrasar una ciudad y dejarla sin suministros: el centro logístico se hunde, las estanterías de los supermercados se vacían y los residentes no tienen acceso a ningún alimento dos días después del desastre.
Ahora grandes ciudades buscan construir este tipo de granjas no sólo para ganado, sino para producir pollos y varios tipos de verduras.