El paro del 21
Yo no sé si en la Casa de Nariño se habrán dado cuenta de que les están organizando un paro nacional para el 21 de noviembre y que quienes lo organizan dan la cara al público, convocan con ímpetu la protesta y tienen experiencia en marchas.
Tampoco sé si los organizadores del paro del 21 de noviembre puedan tomar medidas para controlar desde la base a los ‘capuchos’. Porque son ellos los encargados de organizar la debacle y aprovechar la pelotera para generar el caos y la condena ciudadana contra los desmanes, propiciando la entrada de las fuerzas policiales de choque. Y si no son contratados, son idealistas de toda la vida, que creen como Bakunin que solo la destrucción permitirá el nuevo orden que también dizque lleva a lo mismo, demostró Stalin al suceder a Lenin.
De todas maneras, el paro nacional del 21 se va a hacer y como muchos creen que aquí puede pasar lo del Ecuador o lo de Chile, pero en la Casa de Nariño no han puesto a remojar sus barbas, nada de raro tendría que, como ha estado sucediendo desde el 7 de agosto del 2018, hasta el manejo del paro les quede grande.
Hay muchos problemas por resolver y muchos lios pendejos que con una empujadita se convierten en catapultas. Los problemas son cada vez más nacionales y quizás más parroquiales, pero no por ende menos peligrosos. Lo del Cauca, lo de la reforma tributaria, lo de los mexicanos pagando en rama la coca, lo de los tiburones, lo de la negativa a cumplir los compromisos con los estudiantes o con la EPS forman un coctel peor que el molotov con que incendian aquí y acullá.