El bien común
El inicio de los gobiernos nos ubica en un momento colectivo idealizado, los líderes desde su mandato continúan recorriendo territorios, pero esta vez no con propuestas propagandísticas propias del periodo de campaña, sino con acciones concretas de ejecución que apuntan al mejoramiento de la calidad de vida de sus conciudadanos.
Los recorridos tienen como hilo conductor una apuesta comunicativa que logre transmitir esperanza, metas y sobre todo que ensanchen la capacidad de soñar. ‘Soñar’ es el verbo que ha logrado inspirar discursos de cambio en la historia de la humanidad, que dependiendo de la gesta del líder de turno ha conllevado a la unidad de la sociedad alrededor del bien común.
En Colombia es necesario trabajar por el bien común. El camino se debe hacer desde la ‘amistad social’ que ha acuñado el papa Francisco, poniendo como antónimo del progreso a la ‘enemistad social’ que genera destrucción de su entorno, llegando a los tuétanos de la familia y del mundo.
Es tarea pendiente como sociedad lograr sentarnos los ‘distintos’ y ‘distantes’, pero a su vez ‘semejantes’ en la necesidad de cohabitar en un mismo territorio.
La división nos está matando y esto le conviene a quienes se inventan las guerras, desde las familiares hasta las de patria. Y mientras ellos, expertos calculistas de la destrucción social ven sus anhelados resultados, nosotros sufrimos los vestigios dolorosos de lo que tendríamos la capacidad de detener y que solo la unidad nos permitiría aguantar. ¡Ánimo es hora de la unidad por el bien común!