Cali, segura y reconciliada
Si se le permite gobernar (dejando atrás el sectarismo), el alcalde Jorge Ivan Ospina y su equipo pueden marcar un punto de inflexión para un cambio profundo, histórico y perdurable en la ciudad.
Se dirá que las propuestas de campaña o un programa de gobierno no dejan de ser, hasta cierto punto, un enunciado de buenas intenciones y que el gran desafío es pasar del papel a las acciones y resultados concretos. Y eso es cierto, pero no es menos importante que lo que se encuentre inicialmente escrito en un documento se corresponda con lo que realmente requiere una ciudad.
Invito abiertamente a l@s lectores a tomar nota del programa de gobierno del actual alcalde. Este es el fundamento para ejercer una ciudadanía activa que participa.
En el programa de gobierno me llamó la atención la apuesta por una Cali Segura, Reconciliada y en Paz. Se trata, a mi juicio, de un compromiso que recoge preocupaciones tan sentidas como la seguridad y aspiraciones como la reconciliación y la paz, en una ciudad afectada profundamente por el conflicto armado y múltiples violencias.
A este propósito el alcalde se ha jugado la audacia de que a la Secretaria de Paz y Cultura Ciudadana llegue un militar retirado, secundado por la representación de la antigua guerrilla de las FARC, junto a la presencia del partido liberal para impulsar el programa de Cultura Ciudadana.
Para un reto tan complejo, se dirá que no es suficiente hacer este tipo de entrelazamientos simbólicos (faltan las victimas), pero yo creo, que es un buen comienzo