Narcotráfico, reto de nuevo comandante
General Manuel Antonio Vásquez dice que hay ‘baby carteles’. Se articulará lo social.
La salida para afrontar el reto de combatir homicidios, hurtos y otros delitos, según el general Manuel Antonio Vásquez, nuevo comandante de la Policía Metropolitana de Cali, es la combinación de un componente social con el operativo de la Fuerza Pública.
Para Vásquez, será crucial la articulación con la gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, y el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, así como con los demás mandatarios del área metropolitana, con quienes se hará cruce de pensamientos teniendo en cuenta la radiografía que adelanta la Policía sobre los delitos, y las políticas del Gobierno Nacional y la de Seguridad Ciudadana.
Sobre si llegarán más policías a Cali, el comandante Vásquez expresó que la clave no es la cantidad, sino saber “microgerenciar” con los más de 5.500 uniformados disponibles, aunque es probable que lleguen más.
“Hoy no puedo justificar en que para avanzar en el cumplimiento de políticas hacen falta policías. Tengo que administrar muy bien el servicio de la Policía, a través de la microgerencia”, indicó Vásquez.
El narcotráfico aparece en la lista de los retos del nuevo comandante de la Policía, quien señaló que este delito es una de las principales causas de violencia.
“Nos estamos enfrentando a la cuarta generación, y la primera y segunda, eran los grandes carteles. Los carteles de esa generación ya desaparecieron. Tenemos unos grupos que no están tan interesados en asociarse, sino en proveer al mejor postor sustancias. No son carteles, son por decirlo, ‘baby carteles’. Hoy no es el jíbaro, es una red que mutó del narcotráfico al microtráfico y del microtráfico a las redes del narcomenudeo, para distribución en pequeñas cantidades. Pero el problema del consumo no es solo de Cali o de Colombia”, anotó.
Otro detonante de las violencias, que vienen de la cadena del narcotráfico, es que “hay extintos narcotraficantes, los extraditados purgando penas y herederos que buscan apoderarse de propiedades que no se han extinguido y vienen estas acciones. Hay también situaciones por caletas: el homicidio colectivo de Jamundí, en la frontera con el departamento del Cauca”.
Sobre dicho homicidio, Vásquez contó que encontraron en menos de 100 metros dos escenas.
“Dos cuerpos en una y en otra, tres; donde estaban los tres miramos que desde de la vía hacia una parte alta había una excavación y había concreto removido. Había herramientas de trabajo, guantes y en vehículos traían maletas. ¿Para qué las traían? Entonces, estaban detrás de una caleta. Unos iban por ella y ambos grupos se encontraron”, detalló el comandante Vásquez.
La problemática del sicariato se desprendería de “esa cultura mafiosa. Hay unos intereses criminales y se dan esas disputas”.
En cuanto al reto de los homicidios en la capital del Valle del Cauca, hay un alto porcentaje que son por sicariato, entre el 60 y 65 por ciento, son los datos de la Policía, pero también está la intolerancia, pues hay homicidios al interior de las viviendas.
El objetivo de Vásquez es seguir disminuyendo estos casos, el año pasado hubo 1.114 frente a 1.170 de 2018.
Aún preocupa la situación, ya que en enero de este año hubo 91 muertes violentas en la ciudad y el año pasado, en ese mismo mes, 71 casos. Es decir, el aumento fue de 20 casos.
Vásquez, de 51 años y que orgullosamente señaló es de arraigo campesino (nació en zona rural de Flandes, en Tolima), subrayó que “el componente de la seguridad no va a estar suelto, sino que se va a integrar a dos grandes aspectos: el de la prevención y el de la represión. Si lo miramos solo desde la represión, estamos fallando en la educación del menor, del niño, la niña y del adolescente. Por eso, tenemos que intervenirlo con la mayor contundencia y con alianzas”.
“No vengo con una bolita de cristal a decir que voy a cambiar todo, pero sí optimista, veo que estamos pensando, hablando y caminando en una misma dirección”.
Manuel Antonio Vásquez Prada Comandante Policía Metropolitana