El día a día sin plástico
El mundo trata de acostumbrarse a vivir sin plástico, y aunque no será fácil, es vital para el planeta que nos acostumbremos a prescindir de los plásticos de un solo uso. Los platos, vasos y cubiertos desechables pueden ser una muy práctica alternativa para la gente a la hora de salir de paseo, o cuando no se quieren realizar ciertos oficios domésticos que suelen ser agotadores, particularmente durante una celebración en casa.
Sin embargo el impacto de estos elementos en el medio ambiente es demasiado nocivo como para continuar su uso, si no se cambia el material del que están hechos por algo más ecológico.
Las bolsas que se usan para las compras también se convierten en un grave problema. Todo este material plástico está llegando a las fuentes de agua y, a través de ellas, al mar.
Se trata de un desastre ecológico de grandes proporciones que tenemos que parar. Y aunque es claro que se necesitan fuertes políticas públicas que ayuden a frenar la producción de plástico de un solo uso, también es cierto que la suma de esfuerzos individuales puede aportar parte de la solución.
En Ciudad de México, por ejemplo, los ciudadanos están empezando a acostumbrarse a vivir sin usar bolsas de plástico. Hace cerca de un mes se produjo una prohibición gubernamental y hoy la gente trata de ajustarse a esa nueva realidad. Es difícil, claro. Pero hace años no había elementos de plástico para las compras, por ejemplo, pero nadie dejaba de hacerlas. Pero es clave poner la voluntad para hacer el cambio.
*PHD en Relaciones Internacionales gabrieljaimerico@gmail.com