La guerra entre guerrillas deja desplazamiento
LOS ENFRENTAMIENTOS SON EN EL CATATUMBO.
Los combates entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) han disparado el desplazamiento de personas en el Catatumbo (Norte de Santander), frontera con Venezuela.
Unas 236 personas abandonaron sus viviendas esta semana en la zona rural de La Arenosa, cerca al municipio de Ábrego, por enfrentamientos entre las dos guerrillas, que desde hace varios años luchan por el control territorial de la región.
Los desplazados caminaron durante una hora hasta llegar a El Espejo, en Bucarasica, donde siguen
Henry Ortega
“hacinados en la escuela” mientras reciben refrigerios y ayuda psicológica, explicó el secretario general de la alcaldía de Bucarasica, Javier Velandia.
El funcionario recalcó que todavía no conocen el número exacto de personas desplazadas porque los enfrentamientos entre ambos grupos continuaban ayer en la zona y por eso esperan tener un censo exacto hoy cuando visiten la población junto a otras organizaciones.
“En octubre del año pasado ya se dio un desplazamiento masivo por esa misma zona y a pesar de que la situación se había calmado, ayer (martes) recibimos la noticia” de los nuevos combates, señaló Velandia.
El analista político Henry Ortega, del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), explicó a que el desplazamiento en el Catatumbo es “intrarregional”, con familias enteras que se trasladan “de pueblito a pueblito” por la disputa territorial “sangrienta” entre los distintos grupos armados ilegales que buscan el control del
Analista Político
narcotráfico y de las rutas para exportar la droga.
“No se veía una situación así de violencia directa sobre la población civil desde el año 2000 con la incursión de los paramilitares en la región”, lamentó Ortega.
La guerra entre el ELN y el EPL se da “en un momento de transición en el Catatumbo” que empieza con el “vacío de poder” dejado por la desaparición de las FARC a raíz de su desarme y desmovilización tras la firma del acuerdo de paz de noviembre de 2016.
Un ejemplo de esta violencia fue "el proceso de estigmatización desde el ELN a ciertos sectores de la población que catalogaba como cómplices del EPL y que después sometía a violaciones de los derechos humanos", explicó Ortega.