Semillas, para el fin del mundo PÁG. 6
APORTE A LA HUMANIDAD EN LA CÁMARA CERCA DE POLO NORTE.
Hasta Svalbard, archipiélago de Noruega, a mil kilómetros del Polo Norte, llegó una encomienda del Centro Internacional de Agricultura Tropical, hoy alianza Biodiversity Internacional y CIAT, en Palmira.
Fue una travesía de 10.000 kilómetros, cinco días y siete aeropuertos.
Allí está la Bóveda de Semillas, a prueba de catástrofes, por lo que se le llama ‘cámara del fin del mundo’. Abre sus puertas un par de veces al año y este febrero recibió 65.000 nuevos duplicados de 36 bancos de germoplasma, para sumar un millón de muestras almacenadas.
Juan Lucas Restrepo, director de la Alianza, dijo que “es el cargamento con el que logramos cruzar la línea de meta en términos del objetivo de la Plataforma de Bancos de Germoplasma de
CGIAR en materia de duplicados de seguridad”.
Restrepo se unió a 60 delegados de bancos de germoplasma, el Primer Ministro de Noruega y Defensores del Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas en Svalbard. “La sociedad necesita reconocer más la enorme importancia de los esfuerzos de los ‘banqueros de germoplasma’ para salvaguardar la biodiversidad agrícola”.
“Este cargamento marca el inicio de un año histórico”, dijo Peter Wenzl, Líder del Programa de Recursos Genéticos del banco de germoplasma en Colombia.