Un mercado exótico sin especies
Entre carne de animales inusuales e insectos comestibles, los comerciantes del Mercado de San Juan, el de la comida más exótica de la capital mexicana, luchan contra la crisis económica y el miedo causado por el presunto origen de la pandemia en un mercado de Wuhan.
Luces apagadas y vitrinas vacías son el nuevo panorama de la nave de San Juan Pugibet, donde entre sus más de 360 locales se destacan los que venden carne de cocodrilo, búfalo, armadillo y hasta león, pero cuyos comerciantes reportan caídas en las ventas de entre 70 % y 90 % en los últimos dos meses.
“No viene gente a comprar, está ‘apanicada’, no quiere salir de su casa”, cuenta el carnicero José Luis Díaz, junto a un letrero de El Norteño, que oferta venado, jabalí, avestruz y bichos endémicos de
México, como jumiles y gusanos de maguey.
“De esa parte de lo prehispánico, como que la gente ahorita, al comer algún insecto, alguna araña, ya luego se le viene a la mente el coronavirus”, agrega el carnicero que se refiere a la popularizada teoría del origen del SARSCoV-2, el coronavirus que causa la enfermedad de COVID-19, en un mercado húmedo de Wuhan.