Religión y fe, contra virus que mata sin distinción
“¡Vade retro, Satanás!”. Ese parece ser el grito que usan algunos dirigentes latinoamericanos para enfrentarse contra el Covid-19.
Presentar la fe religiosa para retar al virus es una estrategia común para distraer las responsabilidades propias de gobiernos que no han tomado las medidas necesarias. Dirigentes de Brasil (más de 5.000 muertos), Bolivia, Nicaragua (oficialmente 13) e, incluso, México (10.544 casos), han desviado en algunos casos la atención sobre el problema sanitario y han apelado al liderazgo divino para fortalecer su posición frente a un nuevo “apocalipsis” con forma de corona y con apellido virus.
El presidencialismo y la poca fortaleza institucional son materia prima que facilitan el uso de la religión como panacea para la lucha contra una enfermedad que no distingue credos y que se ceba con los que menos tienen.
“ES UNA ESTRATEGIA COMÚN PARA DISTRAER LAS RESPONSABILIDADES PROPIAS”.