Los balcones, el otro ‘plan’ en cuarentena
Muchos se conectan a sus nuevas realidades a través de los ‘miradores’.
Esos espacios han ganado valor para tomar un aire en los encierros.
La medida de aislamiento social no ha sido impedimento para que muchas personas se las ingenien para realizar sus rutinas deportivas y otras actividades desde los balcones de edificios residenciales en las principales ciudades del país.
Esto se puede ver desde las primeras horas de la mañana, cuando los adultos mayores (que no pueden salir a hacer deporte al aire libre) hacen ejercicios. Iincluso, otros, tienen desde bicicletas hasta máquinas elípticas para ejercitarse mientras se ve el paisaje natural silenciado por la pandemia.
Otros acuden a los aplicativos para escuchar música, comer, compartir con la familia, leer un libro virtual o, simplemente, saludar a los vecinos.
En Cali, por ejemplo, no pueden faltar las clases de salsa, comunes en algunos balcones de barrios del oriente y San Antonio.
Otras de las alternativas por las que optan muchos caleños en los balcones son las culturales. Mientras algunos tratan de afinar sus mejores repertorios musicales, al tocar instrumentos como trompetas, saxofones y marimbas, otros, se inclinan por disfrutar de una buena lectura desde hamacas improvisadas, algunas apasionadas charlas por celular o contenidos para redes sociales.
En Bucaramanga
En Floridablanca, municipio vecino a Bucaramanga, instructores contratados por el Instituto del deporte (Ideflorida) llegan hasta los conjuntos residenciales para animar las hornadas de los moradores con clases de aeróbicos.
Mientras los habitantes de los pisos altos salen a los balcones para unirse a la jornada, quienes viven en los pisos bajos llegan hasta el ‘lobby’ para unirse a las actividades lúdicas, a más de 10 metros de los instructores.
Personas de todas las edades intervienen en usando su ropa más cómoda para sudar y realizar una actividad diferente e la cuarentena.
En Bucaramanga algunos vecinos se han unido para llevar a sus edificios a profesores que se ubican en las terrazas para tratar de llegar con sus mensajes y ejercicios a la mayor cantidad de personas.
En la capital santandereana también se escuchan en las noches los aplausos que desde los balcones realizan las personas que disfrutan de las presentaciones que realizan en las calles grupos musicales de la Policía Metropolitana.
Se hace de todo
En Bogotá, las personas que cuentan con balcones en sus viviendas lo utilizan para actividades de ocio, como leer, pintar o cuidar de sus matas. Otros más se animan a realizar sus prácticas deportivas en estos espacios, mientras que algunos más disfrutan de días de trabajo con la brisa de la mañana y la tarde.
Una de las actividades que se vivió en días pasados fue la Ruta 90, de Cine
Colombia, que llevó a algunos barrios de la capital una pantalla gigante para que los residentes disfrutaran de una noche de cine desde sus balcones.
Familias enteras se alistaron con sacos y hasta ruanas para poder disfrutar de un cine a la distancia desde sus casas.
Así, diariamente se observan curiosos retratos de quienes, a falta de actividad, se paran en sus balcones para ver cómo, de a poco, la ciudad va retomando su ritmo agitado en las calles.
En Medellín
Las familias en Medellín, luego de 47 días de confinamiento desde el 20 de marzo pasado, ven en las ventanas y los balcones de sus casas y apartamentos, la posibilidad de salir de la rutina de sus hogares. Hay quienes la vista les permite disfrutar de los atardeceres del Valle de Aburrá, la salida de la luna, la soledad de las calles, así como un buen lugar para tomar fotografías de la ciudad.
Otros, por el contrario, salen a los balcones cuando los ruidos de la calle retumban en sus casas y miran lo qué está pasando.
Muchas veces, la Policía con sus programas de actividades físicas y musicales hacen disfrutar desde sus espacios una corta jornada de ejercicios que comparten en familia y con las mascotas, mientras otros cantan.