Cambios veloces
Durante estos dos meses de coronavirus hemos dicho que el país y muchas facetas de la vida se pararon; incluso, en ciertos casos podríamos pensar que retrocedimos. Todo eso debido a la necesidad de quedarnos en casa y detener el aparato productivo.
En cualquier caso surgen otras realidades, pues hay escenarios donde se percibe una aceleración del mundo y se generan cambios a una velocidad sin precedente. Antes de esta pandemia, el trabajo en casa parecía una tendencia exclusiva de algunos sectores y de ciertas empresas; muchas organizaciones consideraban que era un modelo difícil de aplicar en nuestro contexto. Otra realidad que parecía imposible hace meses era tener ciudades sin congestión y con mejor calidad de aire.
Al final de cuentas, el covid-19 nos da lecciones y revela la fragilidad humana; sin embargo, también nos demuestra que esos anhelos casi imposibles, pueden ser reales. Creo que esta nueva etapa de reactivación económica progresiva a la que entramos nos mostrará cambios y rápidas evoluciones en la forma como interactuamos a diario, comprobando que somos seres con gran capacidad de adaptación.
El mensaje para quienes siguen esperando que desaparezca el covid-19 y que "todo vuelva a ser normal", es que esto no sucederá, por lo menos por ahora; el mundo no volverá a ser el mismo que teníamos antes de la pandemia. Es preciso reconocer y oxigenarse con los vientos del cambio, para tomarle el nuevo ritmo a un mundo que cada vez se adapta y se transforma más rápido.