El verdadero país
Hay países europeos donde, sin haber decretado confinamiento, viven el covid-19 sin mayores diferencias, frente a naciones, como la nuestra, que adoptaron medidas más restrictivas; esa realidad nos pone a reflexionar, ¿no estaremos exagerando con las medidas de confinamiento?
Es una pregunta fácil de responder si se analiza el actual comportamiento en varias zonas de Colombia; saltan a la vista las diferencias culturales: mientras en otras sociedades se acatan sin reparo medidas como mantener el distanciamiento social, usar tapabocas, lavar permanentemente las manos y evitar reuniones o aglomeraciones; en el caso local, con las medidas restrictivas implementadas no hemos podido evitar que la gente siga saliendo, reuniéndose y violando la cuarentena.
A veces creo que la mayor culpa de esta emergencia no se debe al virus, sino a la falta de compromiso, solidaridad y cuidado de los unos por los otros. Es fácil culpar a la enfermedad, al gobierno o a los demás por la difícil situación, seguramente hay razones para ello, pero también es cierto que, si no logramos manejar esta problemática con un compromiso social e involucrándonos todos en la solución, lo único real será el aumento de la pobreza y la desigualdad.
La mayoría de mandatarios locales hacen esfuerzos por evitar la catástrofe, pero nuestra falta de consciencia y responsabilidad colectiva echan todo por la borda. Colombia está lejos de los niveles de madurez social de otras naciones, pues si bien nos reconocemos como un país lleno de calidad humana y solidaridad, a la hora de demostrarlo, la evidencia nos muestra irresponsables y poco comprometidos con el bienestar colectivo.