Empleadas domésticas
Sostengo que las empleadas domésticas requieren altares hogareños. En la mayoría de casas y apartamentos donde trabajan, ellas se vuelven el google que responde a las preguntas de todos sus habitantes, desde dónde está el cargador del celular, hasta en responder la hora en la que le toca la pastilla a la abuela.
La pandemia ha movido el piso económico a muchos hogares, especialmente los estudios revelan que quienes más han sufrido pertenecen al sector informal. Infortunadamente la mayoría de ellas sufre esta realidad, no recibe salario que merece su gran desempeño.
La mayoría de empleadas domésticas les ha tocado internarse en la casa de sus patrones 24/7, sin posibilidad de salidas de descanso para ver a su familia, que muchas de ellas habitan en localidades donde los niveles de contagio son altos, fruto de la desobediencia e irresponsabilidad social, pero también de las salidas a rebuscar la comida diaria.
La empatía es la gran virtud que necesitamos fortalecer en la sociedad, debemos comprender que hay mucha parte de la población que sufre y que muchas veces, afecta emocionalmente a nuestras personas cercanas.
Muchas de las empleadas domésticas de los hogares sufren en silencio la vulnerabilidad de sus hogares, por eso es tiempo de que la solidaridad compense el gran apoyo que ellas nos dan para tener una mejor calidad de vida. Propiciemos un diálogo donde descubramos qué necesita su familia y busquemos la manera de concretar la ayuda necesaria.