ESCENARIO FUNDADOR
En sus 146 años de vida, el Café Lamas de Río de Janeiro solo cerró sus puertas en dos ocasiones: durante la revolución de las vacunas (1904) y luego del suicidio del presidente Getulio Vargas (1954), uno de sus clientes más fieles. Sobrevivió a los estragos que causó la gripa española, la dictadura, la hiperinflación de los 90 y a la recesión económica del 2015 y 2016 cuando apareció el nuevo coronavirus.