Ana pone sazón a olla comunitaria
Desde las 8:00 de la mañana en el barrio San Pascual, Ana Montenegro ya tiene montada la olla comunitaria para los residentes del área de renovación urbana.
Es una misión que hace con amor y corazón en la emergencia por covid-19.
La mujer, de 46 años, interactúa con sus comensales sin juzgar pues asegura que quienes se acercan al comedor tienen historia y “comida preparada con amor puede hacer diferencia en su día”.
Ana se define como una guerrera que trabaja por dos. “Soy desplazada, pero tengo la fuerza y el ánimo para seguir adelante con todo el amor del mundo”, expresa.
Desde los 9 años se vio forzada a salir del Cauca. Con la llegada de la pandemia, ella ha pasado aprietos al cerrar su venta de empanadas, que está guardada en un parqueadero. Las deudas no se han hecho esperar y trabajar en el comedor comunitario de San Pascual ha sido gran ayuda.
El ingeniero Yecid Cruz Ramírez, gerente de la Empresa Municipal de Renovación Urbana (Emru), visitó el comedor, donde se articulan entes gubernamentales, comunidad y facilitadores como Ana Montenegro y Juan Carlos Gómez.
Ana muestra el amor por el trabajo y su vocación de servicio para generar un ingreso.
Ahora sueña con regalarle un computador a su hija Natalia, de 16 años, quien está por ingresar a la universidad.