Colombia aspira ser anfitriona
EL PAÍS PODRÍA RECIBIR HOY LUZ VERDE PARA LLEVAR A CABO EL CERTAMEN DEPORTIVO MÁS IMPORTANTE DE SU HISTORIA.
Colombia sabrá hoy si todos sus esfuerzos por ser sede del Mundial Femenino 2023 de la Fifa son exitosos.
El camino no arrancó bien, pues la calificación de la candidatura fue la más baja entre los aspirantes, pero la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) espera revertir esa situación con base en apoyos directivos claves y del entusiasmo de sus figuras más visibles, más ahora que ya la discusión es solo con Australia y Nueva Zelanda (candidatura conjunta) ante el desistimiento de Japón.
Colombia se apega a tres virtudes para desequilibrar la competencia, que están ganando los oceánicos con infraestructura y desarrollo del fútbol femenino.
El mecanismo
Hoy, en la reunión definitiva para decidir el anfitrión de la Copa, serán 35 los miembros del Consejo de la Fifa que tengan derecho a voto. Colombia y Nueva Zelanda son parte, pero por conflicto de intereses no podrán votar.
En la decisión final, la Fifa tendrá un voto; Asia 7, África 7, Concacaf 5, Conmebol 4, UEFA 9 y Oceanía 2.
La cuenta de Colombia es contar con el apoyo de Fifa, en cabeza de Gianni Infantino, muy cercano a Conmebol y a Ramón Jesurún, presidente de la federación. Aspira también a 9 votos (4 de Conmebol y 5 de Centroamérica).
Australia y Nueva Zelanda, por su parte, tendrían los 2 votos de Oceanía y los 7 de Asia. La pelea entonces sería por los apoyos de Europa y África.
El papel de Conmebol
En ese escenario en el que Europa y África decidan sus apoyos para Colombia o para AustraliaNueva Zelanda, será clave la buena relación de la Conmebol con la UEFA.
Ahí tendrá un papel esencial Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol.
Ventajas logísticas
Colombia tiene una ventaja geográfica que la hace ideal para recibir el primer Mundial Femenino en América Latina. Es paso obligado de aquellos que se dirigen de sur a norte del continente, es un importante epicentro de conexiones desde y hacia distintos lugares.
Esa virtud suma frente a una candidatura como la de Australia y Nueva Zelanda, que quedan lejos de todo y de todos.