¿Invasión de libertades?
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se mostró complacida por la aprobación esta semana en Colombia de una ley que prohíbe el castigo físico contra los menores de edad.
“Unicef saluda la aprobación de la ley que prohíbe el uso del castigo físico, los tratos crueles humillantes y degradantes y cualquier tipo de violencia como método de corrección contra niños, niñas y adolescentes en Colombia”, aseguró en un comunicado Aida Oliver, representante de esa agencia de la ONU en Colombia.
En el mismo documento, Oliver sostiene que la Unicef está convencida de “que es una decisión clave para avanzar hacia la eliminación de todo tipo de violencia contra la niñez”.
Según la Representante
de la Unicef en Colombia, “cada vez se sabe más sobre el profundo impacto negativo de la violencia contra niñas y niños desde la primera infancia, aún de la que por algunos es considerada “moderada”, y sobre cómo la violencia se convierte en un continuo factor de riesgo de ser víctimas de relaciones cada vez más violentas a lo largo de la vida”.
Para Aida Oliver, esta ley se convierte en la posibilidad de empezar a cortar ese ciclo de violencia.
Según Colombia Justa Libres, la ley invade terrenos que el Estado no debe invadir en términos de libertades. “Deslegitimar todo tipo de violencia y entregar herramientas a las familias para que puedan criar, educar y colocar limites sin violencia, nos permitirá construir relaciones sanas y equitativas”, asegura la representante de la ONU.
Agrega que “una crianza sin violencia no solo es posible, sino absolutamente necesaria. Los seres humanos tenemos derecho a crecer y vivir armoniosamente, sin miedo, con la seguridad que nos brinda el afecto y cuidado de quienes nos rodean”.
“Reitero el saludo de Unicef por la aprobación de la ley que prohíbe explícitamente el castigo físico y los tratos humillantes y degradantes”, manifiesta en el comunicado.
“Esta acción debe ser asumida como un mensaje de cero tolerancia a todo tipo de violencia contra la niñez y debe ir de la mano de un acompañamiento a las familias y cuidadores para fortalecer la crianza amorosa, cortando así el ciclo de violencia desde los hogares”, puntualiza la Representante de Unicef en Colombia.