En firme, la Ley de la ‘comida chatarra’
CLARIDAD CON LEY CONTRA COMIDA CHATARRA.
Con herramientas que propician una decisión informada a la hora de comprar alimentos, como es el etiquetado frontal de advertencia, el Gobierno sancionó la denominada Ley de comida chatarra, que busca que los colombianos mejoren su salud y calidad de vida, gracias a la reducción del consumo de alimentos altos en cantidades de azúcares, edulcorantes, grasas y sodio.
La Red PapPaz, una de las agremiaciones que impulsó el trámite de esta ley en la última legislatura en el Congreso, y que ya había sido hundida en ocasiones anteriores, celebró la decisión y recordó al Ministerio de Salud la necesidad de reglamentar rápidamente el etiquetado frontal de alimentos ultraprocesados, con sellos de advertencia, basados en evidencia científica.
“Siempre insistimos en que la dieta es importante desde la primera infancia. Sin embargo, no basta solo con poner la etiqueta, necesitamos campañas de educación para que cada persona conozca o interprete los componentes de los alimentos y sepan si son saludables o no para su organismo”, dijo el doctor Luis Moya Jiménez, presidente de la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión.
Una vez reglamentada la Ley, se espera que los alimentos procesados incorporen etiquetas frontales, color negro, y de forma visible si el producto contiene exceso de azúcar, sodio, grasas saturadas o edulcorantes. Y es que los colombianos tienen altos niveles de consumo diario de cereales para el desayuno, sopas instantáneas, galletas, sustancias de pollo, bebidas gaseosas, papas fritas, embutidos, mantequilla, yogurt y otros derivados lácteos sin conocer sus componentes.
“Todos estos alimentos que comemos, casi que, sin darnos cuenta, tienen alto contenido de azúcar, sal o grasa, mayor concentración de calorías y poco contenido de proteína, vitaminas y minerales”, asegura el doctor Moya, quien agrega que “limitar y conocer lo que nos estamos comiendo ayudará sin duda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades que afectan directamente al corazón”.
Se espera que con estas decisiones, el país empiece, de manera progresiva, a mejorar la calidad de su salud general. En especial, en temas de obesidad, diabetes, reducción de la hipertensión y de enfermedades cardiovasculares, entre otras que figuran como las de mayor prevalencia en los colombianos.