Mario Gareña
Era mejor humorista que compositor y cantante, decían sus amigos más cercanos y no es para menos. Una pizca de ese folclor caribeño, adobado con la ‘mamadera de gallo' que popularizó nuestro premio Nobel al país, la vimos evidenciada los colombianos en la contienda electoral de mayo de 1990.
César Gaviria se alzó con, 2.891.808 votos, como ganador de esas elecciones y en la fauna pintoresca del tarjetón, Jesús García (Mario Gareña), con 2.411 votos. Y es que ¿cómo no? si su única alocución en TV. con su movimiento Amor por Colombia la utilizó para hablar de gastronomía y lo rico que era comer algunos platos en su lugar de origen.
Y es que si algo caracterizó al personaje fue su desparpajo.
Su obra cumbre, ‘Yo me llamo cumbia', no tuvo una interpretación mejor que la de él mismo. Su puesta en escena era totalmente vivencial y aunque su letra es absolutamente femenina, a Gareña eso lo tenía sin cuidado.
Jesús Arturo García Peña, cuyo nombre artístico, ‘Mario', procede de la unión del mar con el río en la capital del Atlántico, su ciudad natal, y ‘Gareña', la unión de sus dos apellidos: García- Peña, con el que fue conocido hasta el pasado 25 de agosto, cuando una aparatosa caída en su propia casa en EE. UU. le produjo su deceso lamentable por demás.
A pesar que ‘Yo me llamo cumbia' trascendió a niveles inimaginables, me quedo con el tema ‘Raza' y su maravillosa frase: “Y tan solo soy su amigo cuando quiere diversión, pa' que toque la trompeta, pa' que le cante bonito, porque sabe que el palito, del sabor lo tengo yo”. ¡Gracias por siempre, Mario Gareña!