Historia de esperanza que construye el Bajo Cauca
CON EMPRENDIMIENTO, COMUNIDAD DE ESTA REGIÓN CAMBIA SU PROYECTO DE VIDA.
En el Bajo Cauca, a partir de emprendimientos, se construye una historia de esperanza: mujeres al mando de proyectos apícolas, jóvenes con bebidas artesanales y familias con iniciativas piscícolas hacen parte del cóctel que alimenta la nueva narrativa de una región, afectada por la violencia y la ilegalidad.
El escenario lo ha venido cambiando pobladores que eligieron hacer empresa con el impulso de Avancemos Bajo Cauca, una alianza que trabaja estimulando el emprendimiento y el empleo.
“Hay resultados bastante poderosos”, dijo la gerente de la alianza, Diana Arismendy, sobre los tres años de esta iniciativa, que suma las capacidades de cinco entidades, entre ellas la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (Usaid). Esta alianza, conformada también por la Corporación Interactuar, Comfama, Mineros S.A., y Fundación Mineros, ha trabajado con cerca de 500 empresarios, 350 de ellos en el agro y 140 urbanos, de los municipios de Caucasia, Tarazá, Cáceres, El Bagre, Nechí y Zaragoza.
De esos beneficiados con formación empresarial y acompañamiento técnico y financiero, el 60 % son mujeres y el 40% jóvenes.
Arismendy reveló que, en un ambiente de “mucha informalidad en todos los frentes”, propiciaron la creación de 900 empleos formales y entregaron créditos por $3.300 millones.
El investigador Édgar Correa, director de la Universidad de Antioquia seccional Bajo Cauca, “el entre el 14 y el 18 de marzo, el corazón de la alianza con talleres, conversatorios y un muestra comercial con 40 expositores que encarnan la transformación regional.
A esa narrativa de violencia, economías ilícitas y guerra la traspasó un discurso de empoderamiento con historias de emprendimiento con producción de miel, jabones, crema exfoliante, vino, peces, entre otras iniciativas productivas comunitarias.