Violencia y salud, las prioridades embera
La comunidad del 20, en el Chocó, empieza a rehacer su cotidianidad.
● Obligados a desplazarse en numerosas ocasiones por el conflicto armado y los castigos de la "madre naturaleza", los indígenas embera de la llamada Comunidad del 20 del Chocó retornan a sus casas con otro reto: superar la crisis de salud que se ceba con las etnias de este departamento.
Pese a ser la región más rica en biodiversidad y recursos naturales de Colombia, su población, mayoritariamente afrodescendiente, pero también indígena y mestiza, vive en extrema pobreza como consecuencia, entre otros factores, de la guerra y la ausencia de servicios sociales.
Así sucede en una zona situada a una hora y media en carro desde la capital del Chocó, la ciudad de Quibdó, por la carretera que lleva hasta la ciudad de Medellín, donde se asienta la Comunidad del 20, formada por medio centenar de familias y casi 300 personas.
Una zona de "enfrentamientos continuos" entre la guerrilla y los grupos paramilitares que les obligó a desplazarse a Quibdó en el año 2000. La llegada del Ejército, que levantó en 2014 a apenas 300 metros de sus casas una base, complicó más las cosas, explica el sacerdote y mediador Jesús Albeiro.
Pese a que los acuerdos
de paz acaban de cumplir dos años, el conflicto aún se deja sentir en esta zona, que ahora se disputan grupos armados como la guerrilla del ELN o el Clan del Golfo tras el espacio dejado por la exguerrilla de las FARC.
"Muchos nos han señalado como guerrilleros pero somos indígenas, no so-