Desafío en cara oculta
● La multinacional estadounidense Coca-Cola ha tejido en China una compleja red de relaciones institucionales, financieras y personales para influir en la política sobre obesidad del Gobierno de Pekín, revela estudio publicado por el British Medical Journal.
La investigación sostiene que, en los últimos años, la compañía ha maniobrado “con inteligencia” para alcanzar una “posición de poder” en la sombra y evitar que cualquier medida de salud adoptada por el gigante asiático para luchar contra esta “creciente epidemia” de la obesidad “mine sus intereses” económicos.
Así lo explica en un comunicado la autora del estudio, Susan Greenhalgh, profesora del Centro Fairbank de Investigación de Estudios Chinos de la Universidad de Harvard (EE. UU.), quien examinó la estrategia de Coca-Cola para hacer frente a la caída de ventas de su refresco en los países occidentales.
Aunque la experta reconoce que el impacto de la política oficial de las autoridades chinas sobre obesidad no puede medirse de manera precisa, señala que está perfectamente alineada con el interés de la multinacional por vincular su bebida azucarada con la actividad física, en vez de promocionar restricciones dietéticas.
Según Greenhalgh, el sobrepeso y la obesidad son una “epidemia” cuya “mag- Coca-Cola maniobra para tener poder y lograr que las medidas de salud combatan la obesidad y no minen sus intereses económicos.
nitud y consecuencias seguirán quizá empeorando” en China, donde el refresco tiene su tercer mercado más grande del mundo.
La investigadora llevó a cabo en 2013 docenas de entrevistas con expertos de Pekín para analizar la rápida propagación de este problema sanitario y el papel que juega el Instituto Internacional de Ciencias de la Vida (ILSI, sus siglas en inglés), creado en 1978 por un directivo de
Coca-Cola y que ahora financian, además, Nestlé, McDonalds o PepsiCo.
La sucursal de ILSI en ese país, establecida en 1993, está en el mismo edificio del Centro Chino de Prevención y Control de Enfermedades, dependiente del Ministerio de Sanidad, dice Greenhalgh.
Su objetivo, dice, es “tender puentes” con Gobierno, instituciones académicas y la industria para ofrecer informaciones científi-
cas e influir en políticas sanitarias, nutricionales o de seguridad alimentaria.
Greenhalgh observó que entre 1999 y 2015 los trabajos de ILSI- China sobre obesidad se centraron en destacar la importancia de actividad física para frenar la obesidad, frente a recomendaciones de entidades como la OMS, que propone, por ejemplo, subir impuestos a bebidas azucaradas o restricciones en la publicidad a menores.
China celebró ayer el “éxito total” hasta ahora de su histórica misión en la cara oculta de la Luna, pero advirtió que el robot teledirigido desplegado en la superficie lunar deberá moverse por un terreno muy accidentado.
La sonda Chang’e-4 logró el 3 de enero el primer alunizaje de la historia sobre ese hemisferio de la Luna que está de espaldas a la Tierra. Es una etapa crucial del programa espacial.
Un vehículo teledirigido, Yutu-2 (Conejo de Jade 2), salió de la sonda unas horas después del alunizaje y está sobre la superficie lunar para hacer análisis.
La sonda Chang’e-4 tomó una fotografía publicada ayer por la Administración Espacial Nacional de China. La panorámica de 360 grados muestra una superficie lunar gris, el robot y las marcas dejadas por sus ruedas. “Se puede ver que la sonda está rodeada de una multitud de pequeños cráteres”, dijo Li Chunlai, citado por la agencia Xinhua.