El faro es la equidad
La agenda mundial de Objetivos de Desarrollo Sostenible plantea como principios orientadores la universalidad y no discriminación, que se traduce en la frase “que nadie se quede atrás”. Esta agenda aboga por una mayor equidad en las oportunidades que las sociedades brindan a las personas.
Medellín ha sido considerada una ciudad muy desigual, cuando se mide a través de los ingresos. De hecho en los último años, no ha habido mejoras sustanciales en ese aspecto, dando cuenta de condiciones estructurales que impiden mejores resultados. Esas condiciones están marcadas por diferencias en los aspectos sociales que presentan distintos grupos; uno de los más evidentes, es la mayor tasa de desempleo que enfrentan los jóvenes, especialmente las mujeres.
Esas diferencias sociales se han venido acortando en la ciudad en los últimos años, pero de manera muy lenta para el nivel de desigualdad que enfrentamos. La ciudadanía es consciente de esas diferencias, y en nuestra Encuesta de Percepción, opina que los aspectos más determinantes para su calidad de vida son, asimismo, donde percibe un acceso más desigual; estos son: empleo, salud, vivienda y educación. El desafío para mejorar en equidad es cerrar a una mayor velocidad las brechas y poder afirmar que no estamos dejando a nadie atrás en cuanto a oportunidades.