El estrato bajo de El Poblado
Sufren falta de rutas de buses, trancones y carestía.
● En medio de edificios, hoteles y casas lujosas se encuentra ‘El Chispero’, un sector de El Poblado (comuna 14), habitado por aproximadamente 70 familias que llevan un estilo de vida muy diferente a la mayor parte de sus vecinos.
Ellos no recorren las calles de su barrio en carros de alta gama, no mercan en grandes almacenes de cadena y pocos de sus hijos estudian en colegios privados; por el contrario padecen las dificultades que tiene el trasporte público en esta comuna y la incertidumbre de que en algún momento el desarrollo del sector los obligue a abandonar el lugar que han habitado desde antes que se convirtiera en uno de los más apetecidos por las personas con gran capacidad adquisitiva.
Según Celia María González, habitante de ‘ El Chispero’ y presidenta del comité formado para evitar el desalojo de las viviendas que se verían comprometidas en la ampliación de la avenida 34, el barrio fue fundado por sus antepasados, la familia González, hace más o menos 140 años, y desde entonces se ha caracterizado por ser un sector muy tranquilo.
González cuenta que hace aproximadamente 30 años que comenzó la construcción de edificios residenciales y aunque al principio no veían que esto los afectara, ahora sienten que los ‘recién llegados’, han acabado con sus costumbres ancestrales.
“En el barrio los globos eran parte de la tradición y celebración decembrina, al igual que las fiestas y los sancochos que se hacían en el mismo mes, pero de un tiempo para acá, las personas que viven en los edificios no toleran esas cosas. Primero fueron los globos, y nosotros entendimos porque era algo peligroso, pero el año pasado ni siquiera nos dejaron despedir diciembre, nos mandaron a la policía y hasta el Esmad”, cuenta.
‘El Chispero’ no es el único barrio de El Poblado donde solo una calle separa a los habitantes de estratos bajos y altos, pues de acuerdo con Claudia Marcela Ramírez, vicepresidenta de la Junta Administradora Local de la Comuna 14 (JAL), El Garaba- to, Tesoro La Virgen, Tesoro la Y, La Chacona, La Loma de Los González (donde está El Chispero), San Lucas, San Luís y Los Parra son las otras zonas tradicionales de esa porción de ciudad donde las personas humildes llegaron primero que los empresarios.
A pesar de la valorización del sector y la construcción de unidades residenciales y hoteles, el es-
trato de ‘El Chispero’ y las otras partes mencionadas no cambió (en general, son estrato 2); sin embargo el costo de vida aumentó.
Según Celia y otros moradores, el valor de los servicios públicos y el impuesto predial no es acorde al estrato. Ellos sienten que son bastante elevados.
Pero ese no es el único problema de vivir en un barrio mayormente habitado por “ricos”. El transporte y donde abastecerse de alimentos son otras de las cosas por las que sufren.
“Fuera de los trancones, en la mañana apenas pasan dos a tres buses de la única ruta que hay, y un alimentador del metro; al mediodía pasa un bus; en la tarde otro y si acaso en la noche uno más”, relata Celia.
Otro inconveniente es la lejanía de tiendas, por lo cual toca ir a la Plaza Mayorista, ya que consideran costoso comprar en los almacenes de cadena.
Pero a pesar de las ‘desventajas’, la mayoría de vecinos concuerdan en que no se quieren marchar.
“A varios nos han hecho propuestas de vender, de hecho en este momento estamos tratando de negociar para que a las personas que van a mover por la ampliación de la Avenida 34 las reubiquen en un lote que está más arriba, pero que sigue perteneciendo a El Poblado”, expresó González.
Ella y varios más recalcan que además de haber llegado primero y estar en su territorio, la tranquilidad y la seguridad que tienen para criar a los hijos, es otra de las razones por las que rechazan propuestas de compra, por más tentadoras que sean, pues están convencidos de que “como ese sector no hay otro en la ciudad”.
Aunque no se disponen de cifras al respecto, la Vicepresidenta de la JAL afirma que el urbanismo cada vez se está tragando más estos sectores.