Acoso en la red va en aumento
Según RedPapaz, en 2019 van 15 casos en Antioquia
● Gran parte de los ciberacosadores son víctimas de ‘bullying’ físico en sus escuelas o colegios y deciden tomar justicia en el anonimato del internet. Esa es una de las conclusiones a las que llegó una investigación realizada por la Universidad San Buenaventura sede Medellín.
El estudio, liderado por el Andrés Felipe Marín Cortés, docente investigador de la Facultad de Psicología, incluyó 56 entrevistas a 31 jóvenes de la ciudad, reconocidos como víctimas, victimarios o espectadores. Allí se indagaron las emociones de los adolescentes frente al ‘ciberbullying’.
La investigación reveló que los acosadores experimentan placer, satisfacción y alegría a la hora de atacar, porque muchos (no todos) son víctimas de agresiones físicas o verbales en los colegios.
“Para ellos hay en el internet una posibilidad de equilibrar, según sus términos, situaciones de injusticia en la escuela, en donde no tienen que enfrentarse físicamente porque el otro es más fuerte, más grande o viene en combo. En internet se les puede responder a las agresiones”, comenta Marín.
“Le decía que era muy feo, que no servía para nada (…) Me sentía como poderoso”, contó Juan, un joven de 17 años, en una de las entrevistas de dicha investigación.
La mayoría de agresiones están dirigidas hacia el aspecto físico atacando al otro como feo; y también en el plano sexual, catalogando a los hombres como “homosexuales” y a las mujeres como “zorras”.
También acuden crear perfiles falsos de otra persona y “publican fotografías, imágenes contenidos que pueden ser desagradables”, como explica el docente. Las repercusiones de dichos acosos se ven reflejados en las víctimas, cuyas emociones, según el estudio, son de rabia y culpa, además de un bajo sentimiento de no reconciliación.
“Se sienten culpables porque entienden que están expuestos y porque quizá no debieron aceptar a alguien en una red social o por haber contado una intimidad a un amigo que luego lo utilizó para hacer una agresión en su contra”, dice Marín.
Según el docente, esto puede conducir al aislamiento, incluso a la desescolarización: “No quieren volver a la escuela, a los espacios en que participaban, también reconocemos en ellos sentimientos de tristeza y soledad”.
Según datos de Secretaría de Educación de Medellín, en el 2018 atendieron 45 casos de ciberacoso.
Para evitar estas situaciones, dentro del programa Escuela Entorno Protector, se adelantan iniciativas de convivencia, entre otros aspectos, en 229 establecimientos educativos.
Esa misma Secretaría trabaja con Tigo-UNE en el programa ‘Contigo Conectados’ que incentiva el uso seguro de la tecnología entre la comunidad educativa de la ciudad.