Que su mascota sea su terapeuta
CON ENTRENAMIENTO PUEDE SER UN BUEN APOYO.
Niños, familias y adultos que buscan mejorar su calidad de vida, sus conductas, experimentan estrés o necesitan superar dificultades pueden encontrar en perros y gatos a sus coterapeutas.
Para Magda León, neuropsicóloga de Pet House, quien trabaja desde hace cinco años en un proyecto de terapia asistida, las mascotas pueden ser entrenadas para convertirse en coterapeutas.
De acuerdo a la raza y edad se establecen perfiles de los caninos, entre los que están los activos, como los lobos siberianos que suelen disfrutar del vínculo con los niños. Los más tranquilos que gustan del acercamiento con personas más adultas y los animales que crean conexiones con todo un grupo familiar.
“El perro se convierte en coterapeuta desde un trabajo de entrenamiento que realizamos para descubrir su perfil y saber si se puede vincular a una terapia asistida con humanos. Los gatos también lo pueden lograr pero desde un trabajo diferente. Entre más cachorros se pueden alcanzar más avances”, explicó León.
Durante una jornada de terapia con mascotas, la neourosicóloga mostró los resultados con cinco perros coterapeutas que han trabajado con grupos familiares y niños en diversas fundaciones.
A través de juegos con laberintos, obstáculos y pelotas, dueños y mascotas encuentran que se puede lograr que los niños se relajen y tengan mejores respuestas a la hora de aprender a ir al baño, ordenar el cuarto o realizar tareas.
LOS PADRES DETECTAN ERRORES EN LA CRIANZA,
MEDIANTE LA RELACIÓN CON LA MASCOTA.