Esperan que sea la primera de más obras
“Este barrio usted no lo encuentra en el mapa de Medellín, pero tiene su historia, su parroquia y su Junta de Acción Comunal. Es imposible borrar ese nombre del imaginario de Medellín, simplemente aceptar la realidad y convivir con ella. La historia dice que hubo un hombre llamado Pablo Escobar que construyó un barrio en Medellín que lleva su nombre. Ya cada quien que saque sus propias conclusiones”, cuenta Wberney Zabala, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio.
Y aunque dice que la comunidad no quiere desconocer la historia, sí quiere desligar ese nombre de las nuevas obras que se hagan en el sector. Se refiere al Jardín Buen Comienzo que actualmente está en construcción y que es la primera obra pública que les hacen en casi 37 años.
Cuenta el presidente de la JAC que este espacio fue una iniciativa que comenzó desde hace varios años para por fin contar con un espacio educativo para la zona.
“Se pensó en un colegio ¿pero para qué si no hay escuela? Que entonces una escuela, ¿pero para qué si no hay un espacio para la primera infancia? De allí nació la idea entonces el Jardín Buen Comienzo que dicen que estará listo para el próximo año”, comenta.
El sueño suyo y de los habitantes de este barrio olvidado, es que esta sea la primera de muchas obras, comenzando con un parque y una cancha de fútbol, pues aseguran que tienen un buen equipo de fútbol, pero no cuentan con cancha. Tienen muchos niños en el barrio, pero no hay un parque para que jueguen; tienen jóvenes que quieren estudiar, pero no hay colegio en el barrio.
Este nuevo espacio comenzó a construirse a comienzos de febrero gracias a una inversión de más de $10.660 millones.
Con capacidad para 300 niños y niñas, el Jardín tendrá un área construida de 2.778 metros cuadra
SE PENSÓ EN CONSTRUIR UN COLEGIO ¿PERO PARA QUÉ SI NO HAY ESCUELA?
Wberney Zabala Presidente de la JAC
dos, esta infraestructura tendrá una sala de gestación, sala cuna y caminadores, diez salas para niños y niñas entre los 2 y 5 años, área de expresión corporal y una zona de bienestar infantil con servicios de alimentación, comedor, espacios recreativos, consultorios, entre otros.
La obra cuenta con un plazo de ejecución de 14 meses, por lo que se espera que el próximo año los niños ya estén disfrutando de este espacio.
Como una de las primeras habitantes del barrio, María Elena ya cumplió su sueño. Lo que sigue, es que sea su descendencia la que pueda disfrutar los nuevos espacios que lleguen al barrio, pero insiste que no se olvide quién fue quien plantó la semilla para que todos en el barrio tuviera su hogar.