El tranvía y su buen impacto en la ciudad
SEGÚN ESTUDIO, CON UN PUNTAJE DE 4,23, EL IMPACTO HA SIDO POSITIVO.
Los barrios del centro oriente de Medellín mejoraron en su calidad de vida.
Luego de cruzar la puerta, y si tiene suerte, una persona se sienta en las contadas sillas del tranvía de Medellín. Frente a ella hay alguien más: otra historia, otra mirada que se cruza entre tantas y con la cual tendrá que reconocerse durante todo el recorrido, a menos que elija leer su libro o mirar su celular. A menos que el transporte se llene y una barriga o el rostro de algún niño se convierta en su nuevo paisaje.
También está el centro. Afuera. Caótico, afanado, ruidoso. Puede verlo al otro lado del vidrio, inventarse alguna historia, reconocer otras. El tranvía de Ayacucho atraviesa el corazón de Medellín y se acerca a lugares que solían ser desconocidos para quienes ven innecesario andar por donde 'no hace falta'. Hace seis años llegó esta línea del metro para transformar lo que está a su paso.
“Próxima parada: San José. Parada cercana al edificio de la Beneficencia de Antioquia, Pasaje La Bastilla y Plazuela San Ignacio". Próxima y primera parada. Luego vienen siete estacionesmás, varios murales para admirar, uno que otro señor o señora haciendo ejercicio y el comercio que se hace más llamativo en las noches. Todo se ve desde adentro, pero también está la posibilidad de salir a caminar por los costados de la línea.
La comunidad opina
Natalia Isabel Díez Ruiz, candidata a Magíster en Ingeniería - Infraestructura y Sistemas de Transporte de la Universidad Nacional, sede Medellín, realizó un estudio en el que compara lo que se planteó cuando se planificó el Tranvía de Ayacucho y lo que pasó cuando el sistema de transporte comenzó a operar.
En el modelo de evaluación se construyó una escala con calificaciones que van desde "muy negativo" (1) hasta "muy positivo" (5) y se ponderó cada variable teniendo en cuenta los conceptos de expertos en las distintas áreas.
En cuanto al tiempo de viaje, el tranvía obtuvo una calificación de 5, al igual que la tarifa, pues la integración con las otras líneas del metro bajó los costos para movilizarse en la ciudad. Así mismo, otros aspectos que obtuvieron la máxima calificación fueron el comercio y la accesibilidad de las personas de la zona al sistema.
En cuanto al crecimiento económico, los habitantes dieron una calificación de 4,16, pues el nuevo transporte permitió la llegada de restaurantes, tiendas, supermercados y bares.
“Al aplicar esta evaluación en el Tranvía de Ayacucho en Medellín se encontró que el proyecto alcanzó la mayoría de los objetivos planteados y que, en el aspecto social, se hallaron algunas oportunidades de mejora relacionadas más con la socialización”, explica Díez Ruiz sobre su investigación.
Aclara que, según lo recopilado en este estudio, los habitantes quedaron con dudas cuando se les explicó lo que implicaría este nuevo transporte: “Algunas personas lo entendieron más como una divulgación.
Otras, a las que les expropiaron sus casas, no entendieron el trámite para recibir los pagos. Y otras, cuando les dijeron que la zona se iba a valorizar, asumieron que les iban a subir el arriendo”.
En línea con lo anterior, y como también puede observarse en algunos murales del recorrido en el tranvía, hay personas que aún reclaman claridades frente a lo que ocurrió con sus hogares luego de la construcción de esta línea del metro.
Incluso, en redes sociales se ha desarrollado un movimiento de ‘desplazados por el tranvía de Medellín', el cual recoge a la comunidad afectada por las obras del tranvía de Ayacucho del sector San Luis y Alejandro Echavarría, del barrio Buenos Aires.
El estudio también evaluó el aspecto ambiental. La calificación en contaminación del aire fue de 3,24, debido a la presencia de buses en las vías vecinas, como se explica en la investigación. En cuanto al ruido, el resultado fue similar: 3,61.
La evaluación a la calidad del servicio fue de 3,92 porque las personas dijeron que era un sistema bueno, pero "no tan maravilloso", y en lo relacionado con seguridad, la calificación fue de 3,5.
Finalmente, el aspecto que obtuvo la menor calificación (1) fue ‘el cambio de modo de transporte', pues algunos buses que usaban el corredor de Ayacucho no fueron eliminados; se desplazaron a otras vías vecinas.
Así, con una calificación total de 4,23 sobre 5, “que se traduce en impactos positivos en los tiempos de viaje, económico y de incidentalidad vial, el Tranvía de Ayacucho alcanzó los objetivos planteados desde su concepción”, concluye la comunicación en la que se presentan los resultados del estudio.
LA CALIFICACIÓN POSITIVA SE TRADUCE EN TIEMPOS DE VIAJE Y ECONOMÍA.