Britney se cansó
Britney Spears ha vendido más de 100 millones de discos a lo largo de su carrera, desde que era menor de edad ha trabajado, lo hace desde los cuatro años.
La Brit jugó a la perfección las reglas de ser una adolescente en los noventas: era linda, deseable, risueña, encantadora, virginal también porque mi
Dios la libre de que esa sexualidad sea para su disfrute.
Era rubia, delgada, siempre se veía feliz; así teníamos que ser, para eso nos preparaban, yo era flaca, me esforzaba fuertemente por sonreír, pero lo de rubia y bonita no me lo dio la genética en ese momento, o por lo menos, así me lo demostraban los niños indiferentes y las miradas de arriba a abajo que me hacían.
Lo triste es que cuando veo mis fotos de quinceañera o en mis veintes, veo a una mujer hermosa, pero recuerdo que no me sentía completa ni a gusto, veía hermosas a todas mis amigas, pero la vara con la que yo me medía era muy diferente.
¿Se imaginan cómo se sentirían Britney y las demás cantantes de la época? ¿Cómo sería el nivel de exigencia y competencia con ellas mismas y con las demás?
Hasta que un día Britney mostró su humanidad y se volvió desagradable, empezó a hablar duro, acabó con su melena dorada.
La juzgaron, le quitaron su libertad pero ella no permitió que nadie más le quitara su verdadera voz, esa que surge después de intentarlo todo para agradar y darse cuenta de lo estúpido e imposible que es.
Lo mismo me pasó a mí y de ahí, ya no vuelvo.