Llena de flores tu boda
Hortensias, rosas, ranúnculos y tulipanes componen el universo floral de las ceremonias nupciales. La tendencia son los arreglos livianos y coloridos que seducen a una prometida
moderna y arriesgada. ¿Un toque chic? Los follajes de diferentes formas y tamaños.
No existe otro elemento que denote más romanticismo que un ramo de flores. Razón tenía Oscar Wilde al decir: “Con libertad, libros, flores y la Luna, ¿quién no puede ser feliz?”. Pues bien, este siempre será el mejor acompañante de la novia en su camino al altar.
Al igual que el resto de los preparativos, es una decisión que no puedes dejar al azar. De acuerdo con Juliana Bustillo, fundadora y directora creativa de Ora The Floral Agency, cada ramo es un universo único: “El día de la boda se compone por una colección de detalles que la hacen especial. Este elemento se convierte no solo en el reflejo de la personalidad de la novia, también en un gran recuerdo”, dice.
Su importancia se remonta a siglos atrás, cuando las mujeres se casaban llevando un manojo de hierbas o plantas con el fin de alejar la mala suerte. De allí la evolución de lo que representa hoy en día: un objeto que simboliza la feminidad de la prometida y un buen augurio de lo que será su vida de casada. “No solo es un accesorio vital y armonioso en el look nupcial –por su color y su forma–, también representa lo que la novia espera de su nueva vida de casada, sus sueños y
Dependiendo del tipo de flor que escojas, se determinará el estilo del ramo, la decoración,
el ambiente de la iglesia y lugar de celebración. Todo debe
tener un hilo conductor”,
Laura Vallejo.
proyectos con el amor de su vida”, asegura Laura Vallejo, gerente y fundadora de Lauval Floral Design.
¿Cómo elegirlo? Puedes hacerlo inspirada en el ramo de margaritas que te regaló en su primer día de novios, o como recientemente lo hizo la princesa Meghan Markle, quien se decantó por los mirtos, siguiendo la tradición de la familia real. Todo es válido. Lo más importante es que a la hora de escogerlo tengas en cuenta, primero, el factor emocional y, segundo, variables como el vestido y el concepto general del evento. “Es relevante identificar si es una prometida conservadora, clásica o arriesgada, pues de ahí se desprende el estilo, la forma y el tipo de pétalos. Se debe prestar atención a la estatura de la novia para que el ramillete no la opaque, y al vestido, para que se complementen”, dice Silvia Duque, directora creativa de El Taller de las Flores.
Un objeto encantador
Cierra los ojos e imagina lanzándolo a tus amigas… ¿Un momento muy emocionante? Cecilia Fischer, wedding planner y diseñadora floral, asegura que “ya sea que quieras rifarlo entre las invitadas solteras o conservarlo para ofrecérselo a la Virgen María, lo más importante es que ese día hagas lo que siempre has soñado”, revela.
‘Trends’ florales
Rompiendo el paradigma de que la novia debe ir de blanco de pies a cabeza, incluso el ramo, los diseños preferidos para esta época son aquellos que tienen algunos toques de color: “Para las más
clásicas están las tonalidades claras como el rosa pálido o el azul pastel, mientras que para las más osadas están los acentos vibrantes como el amarillo, el naranja o el púrpura”, explica Cecilia Fischer. ¡Tú eliges! Por su parte, Silvia Duque recomienda no dejar de lado el uso del follaje, una de las apuestas chic de la temporada. “Se emplean los follajes de diferentes estilos y tamaños y con mucho movimiento. Estos les da un aire de frescura”.
En cuanto a su forma, no importa si es irregular y asimétrico (tipo cascada) o circular simétrico, la premisa es que la novia se sienta cómoda con el arreglo. “Elige un ‘look and feel’ que complemente la temática de la ocasión y que sea un elemento armónico dentro de la experiencia visual”, afirma Juliana Bustillo.
Muchas mujeres desean complementar el arreglo con elementos como piedras, un rosario o la imagen de un ser querido.