Un poco de historia
En la antigüedad, este accesorio era usado por los caballeros y consistía en un costalito en el cual se llevaban flores, piedras, cristales o esencias, o en un tallo de alguna flor que se ponía en el ojal de la solapa izquierda del traje. Esto se utilizaba para ahuyentar los malos espíritus o enfermedades y así celebrar el matrimonio en un ambiente puro y lleno de buenos deseos.