Fundación El Gatio
CAROLINA RAMÍREZ Y MÓNICA MURCIA SON LAS ‘LOCAS DE LOS GATOS’, TÍTULO QUE LLEVAN CON ORGULLO EN SU FUNDACIÓN EL GATIO, EN LA QUE APOYAN Y CUIDAN A MININOS QUE LO NECESITAN.
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ace ocho años, Mónica Murcia y Carolina Ramírez no se conocían, pero ya compartían su amor por los mininos. Aunque en cada una nació de forma distinta: “Moni y su familia siempre fueron gatunos, yo no era tanto, pero mi mamá quería un gatico en casa y yo le regalé a Juanita, una gatica dulce y amorosa que me cambió la vida”, asegura Carolina.
Aunque Juanita falleció tras un accidente con un perro, Carolina entendió que su misión era hacer algo por otros felinos que se encontraban en condiciones difíciles, ya sea de maltrato o de enfermedad. “Una tía de Moni nos presentó y desde el principio nos caímos muy bien y nos dimos cuenta de que teníamos el mismo sueño: tener una fundación para apoyar a los mininos”, indica Ramírez.
EL GATIO
Comenzaron en un pequeño espacio en la oficina del papá de Carolina y hoy tienen una sede más grande y cómoda, que aunque es alquilada les permite hacer las cosas mucho mejor. “La fundación cumple varias funciones en pro de los chiquiticos peludos. Los recibimos, los rehabilitamos en el aspecto físico y emocional, porque algunos llegan con traumas, y los entregamos en adopción”, aseguran.
Un aspecto fundamental y en el que nunca bajan la guardia son los requisitos a la hora de entregar a sus hijitos temporales, como los llaman: “Las familias tienen que llenar formularios, realizar entrevistas con nosotras... El proceso puede durar semanas”, dice Ramírez.
¿En 10 años? Se visualizan con sedes propias tanto en Bogotá como en otras ciudades. “Que tengan zonas verdes, zona de veterinaria, nuestro propio cementerio, espacio para neonatos, zona materna, etc.”, indica Carolina Ramírez.