Moscú: fiesta, sexo y fútbol
De fiesta siguen por el triunfo de Francia en la cofradía parisina, que son Plinio Mendoza, Gloria Zea, Íngrid Betancourt, Lilian Levy, Jota Mario, Alfredo Rey Córdoba y Federico Rengifo. Ellos y ellas han vivido en París y tienen amor eterno por lo francés. Llevan cuatro días cantando ‘La Marsellesa’ y comparando el fútbol francés con los bailarines del Bolshói de Moscú.
Oh la la!, felices con el triunfo galo los que leyeron de jóvenes a Molière, a Camus, Jean Genet, al desertor del marxismo Roger Garaudy o a Régis Debray, el burguesito ‘jai’ y guerrillero. Han visto por televisión a los jugadores parisinos llenando los Campos Elíseos. Me quedó un sabor amargo, estuve apoyando a los croatas, el mejor equipo, pero los venció el árbitro argentino al clavarles ese dudoso penalti. En el fútbol y la política los países pobres son ninguneados. PUNTO.
Ese mundial fue una fiesta inolvidable, un ocio delicioso en el que se hablaba de Neymar, Mina y Cristiano, pero no de amenazas a mujeres periodistas. Volvimos a la dura realidad. Ayer sufrí la magia de un habilísimo raponero en un semáforo, arrancó el espejo de mi auto y del susto choqué el carro de una señora. Digamos que me hice un autogol. Mala suerte que un ‘espontáneo raponero’ de espejos me escogiera como su víctima. Muchos son bachilleres y ni estudian ni trabajan, tienen poco futuro sin su culpa. No hay cupos en el Sena o en talleres técnicos para ellos. El gobierno les dice que pueden ir sin visa a Turquía y Uzbekistán y que les llegará la prosperidad prometida. PUNTO.
El próximo Mundi-Fútbol 2022 de Catar será fabuloso, sus jeques, la familia Al-Thani, todos genios financieros, tienen miles de millones para gastárselos y aman el fútbol. Este mundial mejoró millones de matrimonios, ellas atendieron con amor los desayunos del marido futbolero que terminaron en pilatunas sexuales olvidadas. Esos ratos ricos se los deben abonar a la Rusia futbolera. Otra lotería del Mundi-Fútbol que tantos intelectuales atacaron como “otro opio del pueblo”.
¡Aleluya!, los moscovitas exsocialistas, con el fútbol derrumbaron el mito malevo de la ‘Rusia dictatorial estalinista’, allí hay orden y autoridad hace 90 años, el gobierno manda y es duro el ‘Tovarich’ Vladímir Putin. Chau, Moscú, hicieron un fiestón inolvidable. Croacia merecía ser el campeón. Pudimos llegar a la final, Inglaterra estaba derrotada por Colombia, pero Bacca y Mateus botaron sus penaltis. Esa oportunidad la malgastamos; toca ponerla en “lo que el viento se llevó”.
¡Aleluya! los moscovitas exsocialistas con el fútbol derrumbaron el mito malevo de la 'Rusia dictatorial estalinista'; allí hay orden y autoridad hace 90 años”.